Si, cuando tengas tu frigorífico recién instalado deberás esperar aproximadamente 4 horas con el mismo en posición vertical para poder conectarlo a la red y empezar a utilizarlo.
Esto es debido a que los lubricantes internos que están en el motocompresor se tienen que estabilizar después del transporte hasta tu casa, y este ha podido tener lugar en posición horizontal por temas operativos.

A la hora de colocar el frigorífico, la posición es muy importante ya que puede afectar a su funcionamiento. Como mínimo debe de haber un espacio de 5 cm hasta la pared y a ambos lados y 2,5 cm en la parte superior.
También es conveniente que no le incida la luz solar directamente y que lo instalemos lejos de otros aparatos que desprendan calor, como hornos o encimeras ya que si no se verá afectado su rendimiento.

Es fundamental que el frigorífico este nivelado y bien apoyado en el suelo, puedes comprobar si esta correctamente nivelado abriendo la puerta del frigorífico unos 30 o 40 centímetros, esta deberá cerrarse sola.
Si este no fuera el caso, puedes ajustar los tornillos situados en las patas delanteras para levantar un poco la parte delantera del frigorífico.

Para el interior del frigorífico la temperatura ideal es de 3-4 grados, para tu congelador -19 o -20 grados.
Si notas la temperatura muy alta o baja, quizás sea necesario que realices un ajuste manual de la temperatura.

Es muy sencillo, puedes seguir las instrucciones que vienen en el manual. Si tienes cualquier duda, puedes recurrir al servicio técnico pulsando aqui.

El frigorífico es el electrodoméstico que más energía consume, ya que está encendido las 24 horas del día los 365 días al año. La información de consumo está en la etiqueta energética que la puedes encontrar junto al manual de instrucciones.

Puedes ahorrar energía instalándolo lo más alejado posible del radiador y de otros puntos que desprendan calor, como el horno o las placas de cocción. También no colocarlo junto a la pared y mantener una temperatura adecuada en el frigorífico (4º) como en el congelador (-18º).

Según los nuevos reglamentos medioambientales europeos, los fabricantes de todo tipo de productos de refrigeración han tenido que reemplazar antiguos refrigerantes, como el freón, al resultar perjudiciales para el medio ambiente.
El refrigerante utilizado en la actualidad, el isobutano, respeta el medio ambiente, pero requiere de una presión mayor dentro del sistema de refrigeración, lo que afecta al nivel de sonido natural de los productos.

Siempre hay que llevarlo al punto limpio de tu localidad.
Cuando compres un frigorífico Infiniton, los mismos técnicos que instalan el aparato en casa te retirarán el frigorífico antiguo y se lo trasladarán al punto limpio.
En Infiniton estamos comprometidos con el correcto reciclaje de los electrodomésticos.

La causa principal para mantener algunas frutas o verduras separadas es el etileno, un gas que desprenden de forma natural con su maduración. Aunque si queremos que no se estropeen en menos tiempo del previsto, es importante mantener separador en el refrigerador algunos tipos de verduras y frutas ya que algunos expulsan este gas en cantidades más elevadas y acaban afectando a los vegetables más sensibles.

Hay que tener en cuenta que, en un mismo recipiente no deben estar peras con manzanas, ni patatas con cebollas, ni plátanos con aguacates. Tampoco es buena opción mantener las frutas y las verduras protegidas en bolsas o recipientes herméticos, porque el etileno queda encerrado y su efecto de deterioro es mayor.

Para conservar correctamente frutas y verduras es separando los principales productores de etileno de los vegetales más sensibles. Por lo que, los más sensibles deberíamos guardarlos en la nevera y los mayores productores de etileno, fuera a temperatura ambiente.

Podemos considerar como sensibles a: aguacates, mangos o peras.
Y como no sensibles a: fresas, manzanas, melones, patatas, plátanos o tomates.

Se trata de una pregunta común y que incluso hace plantearse si es algo normal o no cuando se repite mucho. En efecto, se trata de una avería. Las causas de esa sobreactividad pueden ser varias. Entre las 3 más comunes están:

- Que el frigorífico esté en un sitio cercano a una fuente de calor. En este caso, la solución será cambiarlo de lugar.

- Que la temperatura estipulada en el frigorífico sea más baja de lo recomendable. Recuerda que las temperaturas idóneas son de entre 4ºC y 6ºC el refrigerador y entre -18ºC y -20ºC el congelador.

- Que el frigorífico tenga una instalación defectuosa. Si es así, revisa las indicaciones del manual de instrucciones del montaje.

Si se te están congelando las verduras y las frutas que tienes en la zona específica de frescos puede deberse a la temperatura. Recuerda que no sea nunca inferior a 4ºC.

Otro problema puede ser que los alimentos estén demasiado cerca del orificio de ventilación, lo que provocaría su exposición a un frío demasiado elevado.
Mantén bien ordenados tus alimentos para que esto no pase.

Una de las averías usuales de los frigoríficos No Frost es que dejen de enfriar pero el congelador siga funcionando.

En algunos casos no es necesario llamar a un técnico, como si tienes una placa de hielo en el evaporador, las gomas están desgastadas o hay algún alimento que bloquea el ventilador de distribución de aire frío. Esas serán las causas y es posible repararlas de forma casera.

En otras situaciones sí que será imprescindible llamar a un técnico para que lo repare o para decidir que es el momento de cambiarlo.
Por ejemplo si existe:

- Rotura del termostato.

- Fallo en la placa electrónica.

- Rotura del ventilador.

- Rotura del compresor sobre la parte del refrigerador.

Si utilizas con poca regularidad el dispensador, puede generar pequeñas muescas de hielo llegando a atascar el agua y generando aún más hielo.
Por ello, aconsejamos el uso regular del agua, para que el sistema tenga siempre líquido de paso y se lleve estas pequeñas muescas que se generan.

Es fundamental que el frigorífico este nivelado y bien apoyado en el suelo, puedes comprobar si esta correctamente nivelado abriendo la puerta del frigorífico unos 30 o 40 centímetros, esta deberá cerrarse sola.
Si este no fuera el caso, puedes ajustar los tornillos situados en las patas delanteras para levantar un poco la parte delantera del frigorífico.

Para el interior del frigorífico la temperatura ideal es de 3-4 grados, para tu congelador -19 o -20 grados.
Si notas la temperatura muy alta o baja, quizás sea necesario que realices un ajuste manual de la temperatura.

Utiliza un aspirador para limpiar la parte trasera del frigorífico y la zona del compresor. Estas zonas tienden a acumular polvo y pelusas que pueden provocar diferentes problemas como, por ejemplo, la formación de hielo, humedad o un aumento del ruido.

En primer lugar, vacialo completamente. Puedes usar una bolsa térmica para guardar la comida.
Elimina los bloques de hielo más grandes con una pala de plástico, nunca cuchillas o herramientas de acero ya que pueden estropearse las resistencias.
Utiliza una bayeta y una mezcla de agua caliente y vinagre para limpiar el interior.
Seca las paredes y vuelve a introducir la comida.

Es totalmente normal.
Los frigoríficos tienen instalados tubos que disipan el calor en ambas paredes exteriores. Cuando el frigorífico está en funcionamiento, la temperatura de sus paredes laterales asciende y, para mantener la temperatura fría en su interior, el calor se disipa a través de la parte delantera y los laterales del frigorífico.

Es algo normal en los frigoríficos cíclicos, estos se descongelan automáticamente de tal forma que las gotitas de agua se van por el desagüe situado en la parte trasera.

Es conveniente que revises la temperatura, ya que puede estar demasiado alta. Recuerda que la temperatura ideal para el interior del frigorífico es de 4 grados.
Si tu frigorífico es NoFrost, contacta con nuestro servicio técnico aqui.

Es recomendable que lo descongeles al menos dos veces al año. Cuando lo hagas, recuerda no rascar la escarcha con elementos punzantes, ya que puedes dañar el evaporador.
Si el hielo se acumula en la puerta, probablemente la hayas dejado abierta. Si no es así contacta con nuestro servicio técnico aqui.

Puede ser que se estén obstruyendo los agujeros de circulación de aire, estos deben de estar siempre limpios y sin obstáculos. Intenta no colocar ningún producto delante de estas aberturas ya que se puede llegar a formar escarcha.

No te preocupes, son descargas inofensivas para el cuerpo humano.
Según la persona y con más frecuencia si el ambiente es seco, se puede sentir una pequeña descarga eléctrica al tocar el tirador de tu frigorífico.
Si sucede con mucha frecuencia, comprueba el cableado de toma tierra y del enchufe que esté todo correcto.

Es normal que desaparezcan algunos cubitos, es un efecto del convector que arrastra la humedad hacia atrás. Puedes evitarlo con cubiteras más pequeñas o usando bolsas de hielo.

No te preocupes, hay muchos ruidos normales y otros que se pueden evitar.
Por ejemplo, el compresor del frigorífico emite un ligero zumbido cuando está funcionando. Se trata de un sonido que puede llegar a ser más intenso cuando se conecta el motor.
También es normal que escuches un ligero golpeteo producido por la circulación del refrigerante por las tuberías.

Es fundamental que el frigorífico este nivelado y bien apoyado en el suelo, puedes comprobar si esta correctamente nivelado abriendo la puerta del frigorífico unos 30 o 40 centímetros, esta deberá cerrarse sola.
Revisa también las bandejas para ver que están bien colocadas y evita colocar las botellas y los recipientes muy pegados, ya que el contacto entre ellos también puede producir ruido.

La cualidad de los No Frost es la de transportar el frío desde su congelador hasta la zona de refrigeración a través de un ventilador.
Sin embargo, si la bandeja que se encarga de recoger el agua acaba acumulando hielo, el conducto por donde traspasa el aire se obstruirá y hará que de funcionar el ventilador.

Por lo que podría darse, que el frigo hiciese un gasto mayor de energía y encima la comida se conservase peor.
Por esto, es importante descongelar y limpiar en caso de atasco dicha bandeja para evitarlo.

Se trata de una pregunta común y que incluso hace plantearse si es algo normal o no cuando se repite mucho. En efecto, se trata de una avería y de las que podemos solucionar nosotros mismos. Las causas de esa sobreactividad pueden ser varias.
Entre las 3 más comunes están:

- Que el frigorífico esté en un sitio cercano a una fuente de calor. En este caso, la solución será cambiarlo de lugar.

- Que la temperatura estipulada en el frigorífico sea más baja de lo recomendable. Recuerda que las temperaturas idóneas son de entre 4ºC y 6ºC el refrigerador y entre -18ºC y -20ºC el congelador.

- Que el frigorífico tenga una instalación defectuosa. Si es así, revisa las indicaciones del manual de instrucciones del montaje.

Revisando estos puntos seguro que habrás solucionado la sobreactividad del compresor. Rogamos siempre vigiles estas recomendaciones de uso.

Si tienes el frigorífico con demasiada cantidad de comida, el aire frío no puede circular bien por cada rincón y no enfriará.
Por eso es importante tener esto en cuenta como una buena distribución.

No pueden ser buenos compañeros para tu frigo, un horno o un radiador en un metro cuadrado.
Debido a la diferencia de temperatura, haría que el frigo se sobre esforzase, produciendo un aumento de gasto energético.

Tener muchas regletas conectadas entre sí, puede ser maravilloso si no contamos con muchos enchufes en nuestro hogar, pero son más sensibles y pueden acabar estropeándose.
Por lo que, lo mejor es contar con regletas de protección para la correcta conexión a la red eléctrica de tu nevera.

El termostato se ha roto

Es poco común que suceda, ya que los termostatos actuales son bastante fiables y duraderos. Pero si necesitas cambiarlo, su sustitución no te acarreará un gran coste llegado el caso.


Hay una fuga de gas

Esta avería puede requerir la sustitución completa del electrodoméstico, ya que es muy complicado encontrar el punto exacto de fuga para poder repararlo. Por lo que, es mejor dejar a un experto buscar la mejor solución.


El compresor se dio por vencido

Puede ser causa por un uso demasiado exigente o por el prolongado tiempo. Pero detectar este fallo será fácil ya que perderás todo el frío en pocas horas e incluso minutos.

Frigoríficos de dos puertas: sencillos y baratos

Los frigoríficos de dos puertas cuentan con un solo compresor y un circuito para hacer funcionar la parte de nevera y del congelador. El congelador está situado en la parte superior.

Sus dimensiones son más reducidas que las de los frigoríficos combi, sobre todo, la altura. También son bastante más baratos y con unas prestaciones más limitadas: congelan menos cantidad de alimentos y más despacio que los modelos combi. Además, son más difíciles de descongelar. Resultan indicados solo para viviendas con muy poco espacio, segundas viviendas, si prácticamente no se va a usar el congelador o si se busca algo muy barato, por ejemplo, para enfriar bebidas.

Frigoríficos combi: congelan bien y enfrían mejor

Los combi, como indica su nombre, combinan un congelador y un frigorífico. En este caso, los cajones de congelación están abajo, mientras que la parte superior, de mayor tamaño, corresponde al frigorífico.

Estos modelos tienen unas dimensiones estándar para encajar en huecos de 60 cm de ancho por 60 cm de fondo y una altura entre 1,80 y 2 metros. Esa mayor altura les confiere también mayor capacidad para almacenar alimentos, tanto refrigerados como congelados, que los frigoríficos de dos puertas.

El aparato cuenta con dos termostatos para regular las temperaturas del congelador y del frigorífico de forma independiente. También es habitual que cuenten con dos compresores: de esta forma la tarea de congelación se agiliza, pero también se dispara el consumo de energía.

Frigoríficos americanos: si tienes espacio

Los frigoríficos americanos, también llamados side by side, cuentan con dos puertas verticales, una para la parte de la nevera, otra para el congelador. Muchos de ellos incorporan un dispensador automático de hielo y agua fría.

Al igual que los frigoríficos combi, cuentan con dos termostatos diferentes pudiendo regular por separado nevera y congelador. La principal diferencia es el tamaño, los frigoríficos americanos son más anchos y más profundos (aunque también suelen ser más bajos). Esta diferencia proporciona un mayor volumen útil, aunque también un mayor consumo y menor velocidad de enfriamiento.

Un buen frigorífico es el que cumple mejor su objetivo: mantener los alimentos a la temperatura adecuada, en buenas condiciones y que además gaste poco. La vida media de una nevera suele rondar los 15 años y, por este motivo, es importante que aciertes al 100 % con tu compra.

Dimensiones: mide el hueco donde vas a ponerlo, teniendo en cuenta también el espacio necesario para su buen rendimiento, generalmente 5 cm de espacio libre.

Capacidad del frigorífico: se suele expresar como litros de volumen útil. OCU siempre mide el volumen útil en sus análisis porque el que indica el fabricante en su etiqueta está a veces sobreestimado.

Consumo: mira la clase energética. La etiqueta energética acaba de cambiar, por lo que ahora ya no encontrarás productos A+, A++, ni A+++. La nueva escala va de la A a la G, y a los modelos más eficientes se les ha reasignado la etiqueta B. El consumo real del frigorífico dependerá también de su uso, si lo abres y cierras muchas veces a lo largo del día seguramente consuma más de lo indicado.

Ruido: en la etiqueta energética figuran también los decibelios que emite. OCU realiza pruebas de ruido en sus test.

Termostatos: los aparatos combi, que llevan un frigorífico y un congelador, es conveniente que cuenten con dos motores y dos termostatos diferentes, para regular la temperatura de forma independiente. Además, si uno se estropea, el otro puede seguir funcionando, aunque suelen consumir un poco más.

Funciones extra como super freeze y super cool: son prácticas cuando se meten en el frigo muchos alimentos de una vez y quieres conseguir una congelación o refrigeración rápida.

Cajones especiales para algunos alimentos: como los cajones de 0ºC pensados para conservar carne o pescado o los cajones "frescos", que mantienen la humedad de las frutas y verduras.

Además de estas características que se pueden ver en la etiqueta o mirando el aparato, hay otros elementos imposibles de valorar a simple vista, como la eficacia del aislamiento térmico o si consigue mantener estable la temperatura interior.

Clase climática se refiere a la temperatura ambiente que el fabricante recomienda a sus usuarios para garantizar un funcionamiento adecuado de los frigoríficos y congeladores. ¿Qué es la clase climática? Es una característica de los frigoríficos y congeladores. Es un código de letras como el siguiente:

SN‘ (SubNormal) 10ºC-32ºC

N‘ (Normal) 16ºC-32ºC

ST‘ (SubTropical) 18ºC-38ºC

T‘ (Tropical) 18ºC-43ºC

Es muy importante que a la hora de comprar un frigorífico tengas en cuenta el lugar que ocupará en casa, ya que, si se coloca en un lugar que no le corresponde, el frigorífico no funcionará correctamente, no funcionará para las condiciones para las que ha sido creado. Por ejemplo, el colocarlo en un balcón, fuera de la cocina. Las condiciones climáticas variarán con un rango mayor que para el que han sido diseñados y su funcionamiento no será el adecuado.

Las clases climáticas combinadas pueden funcionar adecuadamente en un rango de temperatura ambiental más amplio:

N – ST: 16º – 38ºC.

SN – T: 10º – 43ºC.

Por un lado, si instalas un frigorífico cuya clasificación climática no encaja con el ambiente de tu cocina, el electrodoméstico se verá obligado a consumir más energía para alcanzar la temperatura interior ideal para la conservación de alimentos. Por lo tanto, gastarás más en tus facturas y supondrá un mayor impacto para el medio ambiente.

Por otro lado, también sucederá que el frigorífico no enfriará suficientemente su interior, lo que acabará generando una condensación excesiva y una maña conservación de tus comidas.

Además, la vida útil del refrigerador podría acabar reduciéndose, ya que, al no encajar bien la temperatura de funcionamiento, el aceite del compresor se verá perjudicado, pudiendo llegar a dañar este elemento fundamental para el correcto rendimiento de cualquier nevera.

Las estrellas de los congeladores indican la capacidad de producir frío, según las temperaturas que pueden alcanzar se les asigna un determinado número de estrellas, aunque la mayoría de los modelos disponibles en el mercado ya son 4 *:

Una estrella *: Llegan a alcanzar hasta -6º C. No sirven para congelar alimentos.

Dos estrellas **: Llegan a -12º C. No pueden congelar alimentos.

Tres estrellas ***: Llegan a alcanzar los -18º C. No sirven para congelar alimentos, pero si conservan los que ya están congelados. La duración máxima de los alimentos congelados en su interior es la que se indica en su envoltorio.

Cuatro estrellas ****: Temperatura entre -18º C y - 24º C, son los únicos que pueden congelar los alimentos.

A partir del 1 de marzo de 2021, la nueva etiqueta energética entrará en vigor sustituyendo a la que tenemos actualmente. Desde marzo del 2020, Infiniton empezó a incorporar en sus productos ambas etiquetas, actual y antigua. Se fijó como fecha límite el 1 de noviembre de 2020, que todos los productos ya obtuviesen el nuevo etiquetado. El 1 de marzo de 2021, como ya hemos dicho, entraría en vigor dichas etiquetas que presentan el código QR, dando información sobre el producto, recogida en la base de datos de Europa.

A partir de marzo de 2021, los frigoríficos deberán lucir las nuevas etiquetas energéticas, que reemplazan al sistema vigente desde 2010. La principal novedad es que se vuelve a un sistema de siete clases como máximo, que irán de la A (máxima eficiencia) a la G (los menos eficientes) y del verde oscuro al rojo. La transición de la antigua a la nueva etiqueta puede dar al comienzo lugar a confusiones: como las pruebas para asignar una clase energética se vuelven más exigentes y los límites más estrictos, los aparatos que ya estaban en el mercado quedarán encuadrados en categorías más bajas que las que tenían. Es más, de salida, los aparatos más eficientes y que hasta ahora lucían una A+++ mostrarán como máximo una B.

La nueva etiqueta aportará además otras informaciones, como el consumo ponderado en kWh, un código QR para acceder a datos más detallados del producto o la clase de emisión de ruido en una escala de la A a la D.

Por tanto, no te asustes si ves en nuestro comparador modelos de muy buena calidad que tengan solo una etiqueta energética E. Se debe a que en su embalaje ya se ha incluido la nueva etiqueta que entrará en vigor el próximo marzo. En la tienda aún se verá que tiene una etiqueta A++. En marzo del año que viene, la etiqueta que se mostrará será la E.

No frost significa literalmente "sin escarcha". Es el sistema más común en los frigoríficos combi, ya que evita la formación de placas de hielo y escarcha. El congelador tiene una cavidad interior adicional donde se aloja el evaporador. También cuenta con un sistema calefactor que retira el hielo que haya podido quedarse adherido a la nevera. El resultado es que se produce aire seco, que pasa al congelador mediante ventilación.


Ventajas

- Sin duda su principal ventaja, y la más conocida es que no es necesaria la descongelación manual.

- Debido a su sistema de producción de aire seco son recomendables para lugares en los que haya mucha humedad en el ambiente, ya que se generaría hielo con mayor facilidad.

- Permiten que los alimentos se enfríen o congelen más rápidamente.

- Tienen una mayor conservación de la temperatura en el interior del aparato respecto al exterior, siendo más uniforme.


Inconvenientes

- Al funcionar con aire seco, puede resecar también los alimentos. Para evitarlo es recomendable envolver los alimentos en papel de plástico o plata, o guardarlos en un recipiente hermético.

- Su ventilador funciona constantemente, por lo que, aunque sea un ruido leve, dependiendo del lugar dónde esté instalado, puede resultar molesto.

- Aunque no es necesario realizar la descongelación manual, sí que es recomendable realizar una limpieza a fondo del frigorífico al menos una vez al año, para asegurar su buen funcionamiento y prolongar su vida útil.